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Flamengo regresó de Quito en la Recopa Sul-Americana algo desprestigiado, sin embargo, más allá de la derrota por 1-0, el desempeño de Flamengo preocupa al técnico Vítor Pereira de cara a la temporada.
En el enfrentamiento con Independente Del Valle, el equipo tuvo una débil actuación. No supo imponer su ritmo de juego, fue dominado, sin productividad ofensiva, y sin defensividad. La única noticia positiva fue la entrada del jugador Vidal, que se dobló en el lateral izquierdo.
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El próximo martes 28, a las 21:30 hora de Brasilia, Flamengo recibirá a Del Valle en el concurrido Maracaná, duelo decisivo, ya que el conjunto rojinegro va en busca de recuperar su identidad. La oportunidad de superar esta difícil fase es vencer a un rival, con un estilo de juego definido y que no se rendirá fuera de casa
Un factor a tener en cuenta es la altitud de 2.850 metros, pero el escenario visto en Quito ya ha sucedido en otros partidos disputados a nivel del mar. Al Ahly, Palmeiras, Volta Redonda, Al Hilal. En estos partidos, Flamengo no jugó un fútbol seguro, tomando riesgos y muchas veces dependiendo de jugadas individuales para marcar, sin embargo, no siempre fue posible.
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Vítor Pereira acabó el partido habiendo realizado sólo dos sustituciones, incluso en altura. Eso quiere decir que el entrenador no notó signos de cansancio en los atletas, o bien las opciones en el banquillo no fueron las idóneas. Solo había muchachos disponibles para el entrenador para el sector ofensivo: Matheus França, Matheus Gonçalves, Lorran y Mateusão, y Everton Cebolinha, que entró en la etapa final.
Los números son prueba del dominio ecuatoriano. Flamengo tuvo la posesión del balón, apenas 42%, la cifra más baja bajo el mando de Vítor Pereira, tuvo siete finalizaciones contra 25 del contrario, además de tener casi 150 pases menos que Del Valle en el partido.
Finalmente, la única ocasión clara de gol llegó en la primera parte, cuando Gabi se enfrentó y remató para detener al portero Moisés Ramírez.
Asimismo, la fase técnica de algunos jugadores debería preocupar al cuerpo técnico de Vítor Pereira. El fútbol de Arrascaeta aún no ha aparecido este año. En el partido contra Del Valle, una vez más, se mostró tímido y discreto, lamentablemente el mediocampista uruguayo es solo el ejemplo que más se destaca, ya que, en los últimos años, el número 14 se ha mostrado brillante.
